DESPERSONALIZACIÓN Y DESREALIZACIÓN: POR QUÉ NOS SENTIMOS AJENOS A LO QUE NOS RODEA

En qué consiste la desrealización y despersonalización, por qué lo experimentamos y cómo podemos abordarlo.

Miguel Gil Redondo

9/26/20254 min read

¿Has sentido alguna vez una sensación de desvinculación con tu entorno y, en líneas generales, con la propia realidad en la que te encontrabas? ¿Has experimentado en alguna ocasión una desconexión con tu propio cuerpo…como si no formaras parte de él?

Soy consciente de que todo lo anterior puede llegar a ser difícil de concebir, sobre todo en aquellos que nunca han experimentado nada similar. No obstante, dichas sensaciones suelen ser descritas por quienes atraviesan un episodio de desrealización y/o despersonalización. Pero…¿En qué consiste realmente? Vayamos por partes:

  • Desrealización: Sensación en donde la persona percibe el entorno como ajeno a sí mismo e irreal, experimentando las situaciones como si fuesen ensoñaciones.

  • Despersonalización: Experiencia en donde la persona percibe su propio cuerpo como ajeno a él mismo, dando como resultado una sensación de desconexión con él.

Aunque ambos síntomas, reuniendo una serie de características y de criterios, pueden conformar las bases de lo que se conoce como trastornos disociativos, lo cierto es que también suelen darse en momentos en donde se atraviesa por situaciones que estén generando malestar, sufrimiento y una ansiedad elevada. Es en estos últimos escenarios en donde tendremos mayor capacidad de acción para abordar dichas sensaciones.

¿POR QUÉ OCURRE?

Aunque la sensación sea desconcertante, existen bases neuropsicológicas y emocionales claras:

En situaciones de ansiedad elevada, estrés prolongado o agotamiento emocional, el cerebro puede “desconectarse” parcialmente de la experiencia consciente. Es un mecanismo adaptativo que reduce la intensidad del malestar, aunque fuera de contexto provoque sensaciones extrañas o incómodas.

No obstante, y aunque ante determinadas experiencias altamente amenazantes tiene una función de protección, lo cierto es que a largo plazo suelen causar un gran malestar y una sensación de no pertenecer al mundo que nos rodea. Ello, claramente, genera incomodidad y falta de conexión a lo que consideramos real.

Además, las personas que experimentan estas sensaciones tienden a enfocarse en ellas con preocupación: “¿Estoy perdiendo el control? ¿Esto es real?”. Paradójicamente, cuanto más intentamos controlar o comprobar la experiencia, más intensa se vuelve, porque aumenta la activación fisiológica que la provoca. Romper este ciclo será clave para disminuir la frecuencia e intensidad de los episodios.

LA IMPORTANCIA DE NO CONFUNDIRLO CON LA PSICOSIS

Uno de los miedos más comunes es pensar: “¿y si esto indica que estoy volviéndome loco?”. Pero clínicamente son experiencias muy (pero que muy) distintas.

Por un lado, en la despersonalización/desrealización sabemos que lo que sentimos es extraño y conserva el juicio de realidad. Asimismo, podemos diferenciar entre la sensación y la realidad objetiva (¿te suena la frase de que “esto no es real, pero no puedo evitar sentirlo”?).

Por su parte, en la psicosis se pierde la capacidad de cuestionar la experiencia, experimentando las percepciones o creencias como totalmente reales y sin la consciencia de que algo “no encaja”.

La metacognición (saber que la sensación es extraña) es la evidencia más clara de que no hablamos de psicosis, y reconocerlo suele reducir de inmediato parte de la angustia. Así que puedes estar tranquilo/a, ya el hecho de estar consultando este blog es un indicativo de que tu sintomatología es de carácter ansiógena.

Y AHORA, PASEMOS A LA ACCIÓN…¿QUÉ PODEMOS HACER PARA DISMINUIR NUESTRO MALESTAR?

Podemos tener en cuenta los siguientes puntos:

  • Evitar comprobar la realidad constantemente: Intentar confirmar si todo es real o si se “está uno mismo” solo activa más ansiedad. Redirigir la atención hacia actividades externas (sensoriales o rutinarias), por muy incómodo que resulte a veces,  suele ser más eficaz. 

  • Reducir la sobrecarga fisiológica: Herramientas de regulación emocional y actividades como la respiración diafragmática, pausas activas, caminar o hidratarse ayudan a que el sistema nervioso se regule. No suele reportar un efecto inmediato y abrupto, pero sí gradual y consistente. En este caso, la paciencia es nuestra mejor aliada.

  • Reconectar con el cuerpo: Existen determinadas estrategias destinadas a “recordarle” a nuestro cerebro que nuestro cuerpo y aquello que nos rodea tiene forma, textura, temperatura, color, olor, etc. Es por ello por lo que llevar a cabo actividades como tocar la superficies de distintos objetos, abrazarnos y acariciar nuestro cuerpo, mover suavemente brazos/hombros/cuello o los apoyos del peso corporal en el suelo nos pueden ayudar a recuperar la sensación de presencia sin forzarla, aliviando la desconexión.

  • Explorar factores subyacentes: Al tratarse de un conjunto de síntomas, es importante comprender que nuestro malestar está siendo desencadenado por algo, siendo las causas más comunes determinadas situaciones ambientales estresantes, patrones desadaptativos de pensamiento y estrategias disfuncionales de afrontamiento y regulación emocional. Es por ello por lo que será sumamente relevante ahondar en la raíz de la problemática con el fin de que ésta, poco a poco, vaya disminuyendo.

  • Acudir a un profesional si interfiere en la vida diaria: Cuando las sensaciones son persistentes, generan miedo intenso o afectan el funcionamiento cotidiano, la intervención de un psicólogo es clave. La ayuda profesional permite romper el círculo de sensación-miedo-más sensación y ahondar en las causas que están originando dicho malestar

MATERIAL QUE PUEDE RESULTAR ÚTIL

Audiovisual

  • Película: “El efecto mariposa” (fragmentos sobre desconexión emocional)

  • Cortometraje: “Distancia”, explorando percepción alterada

  • Documental: “Mi mente y yo”, sobre experiencias de desconexión

Lectura

  • Mindfulness y aceptación: estrategias para tolerar experiencias internas, autores varios

  • Manual de ansiedad y regulación emocional, David A. Clark

La información siempre es útil para comprender lo que ocurre y normalizar la experiencia, pero no reemplaza la valoración profesional.

NUESTRO PAPEL FRENTE A LA DESPERSONALIZACIÓN Y DESREALIZACIÓN

Estas sensaciones son experiencias internas invisibles para el resto del mundo, y a menudo generan incomprensión en el entorno cercano.

Como siempre decimos, reconocer la experiencia, comprender su origen y buscar ayuda profesional cuando es necesario es la forma más efectiva de retomar el control y reducir el malestar asociado.

Romper con el estigma y la incomprensión empieza por mirar con conocimiento y empatía, tanto hacia uno mismo como hacia quienes atraviesan estas experiencias.